Megalópolis CDMX. Siglo XVI
La labor de los misioneros no se limitó a difundir la fe católica o a convertir a los indígenas. También había que transformar su antigua forma de vida, a veces reubicándolos en nuevas poblaciones organizadas alrededor de un monasterio. Se calcula que se construyeron más de trescientos de estos conventos tan sólo en el México central, Michoacán y Oaxaca, pero en las zonas mas pobladas la actividad constructiva fue mayor, con templos que nos sorprenden ahora por su tamaño y complejidad. En la Cuenca de México hubo varias de estas edificaciones monumentales en las principales poblaciones, en la Ciudad de México, en Tacuba, Azcapotzalco, Tlatelolco, Acolman, Texcoco y Xochimilco. Aunque las tres primeras fueron modificadas o demolidas, el resto ha conservado mucho de su grandeza.