Megalópolis CDMX. La Capital Barroca
Entre de los cientos de templos y casonas barrocas que se han conservado hasta hoy, hay una infinidad de detalles que a veces pasan desapercibidos; cada uno de ellos puede considerarse una pequeña obra de arte que espera ser admirada por algun observador atento. Esta tendencia por lo ornamental no sólo era por devoción religiosa, sino una forma de ostentar la riqueza y el ingenio de los ricos y los nobles, que buscaban alguna forma de distinguirse y sorprender a sus invitados. Pero sin duda fue la Iglesia Católica quien echó mano de todo tipo de artificios para impresionar a los fieles. El resultado a veces era abrumador: retablos dorados con innumerables imágenes y adornos, pinturas, esculturas, joyas y ricos vestidos, para hacer el culto a Dios lo más solemne y majestuoso posible.