Benson Latin American Collection
Nettie Lee Benson Latin American Collection, Universidad de Texas en Austin
Esta pintura parece haber sido realizada completamente al modo europeo: desde un horizonte montañoso bajan los cerros hasta Metztitlan, situada en la parte inferior al centro. Una brújula señala el norte, pero la disposición de las localidades que se mencionan no parece seguir una intención geográfica; lo que suponemos que es la laguna de Meztitlan aparece al poniente de esa cabecera, cuando se encuentra hacia su noroeste. La reconstrucción del altépetl de Metztitlan con sus sujetos tampoco parece haber sido considerada: figuran los pueblos cercanos hacia el norte de Metztitlan, por razones estlilísticas, para que Metztitlan quede abajo al centro y el río Venados la rodee por el sur hacia la laguna en el poniente, dibujando una larga curva serpenteante abajo en la pintura.
La laguna está bordeada de enormes rocas. El conjunto conventual de Metztitlan, representado con cierto detalle, rodeado de su atrio, domina un vasto cerro como una ciudad de importancia, con construcciones bordeando las laderas. No parece guardar mucho parecido con el que existe aun ahí, agustino, construido hacia 1553-1569. En toda el área representada, lo que al menos en parte sería la llamada sierra alta cerca de Metztitlan, figuran cerros tras cerros en todas direcciones, con construcciones en sus cúspides y laderas, separados por caminos, tachoneados de zonas arboladas, zonas verde pálido, y la vega del río cubierta de campos cultivados.
En el límite norte encontramos a Xelitla y el fuerte de Xalpa, donde nativos semidesnudos muestran sus arcos y flechas, hasta Chicontepec al oriente. A lo largo y ancho del mapa, numerosos poblados aparecen, entre ellos Molango, lugar de un centro ceremonial prehispánico, Yahualica, Guaxutla, Tzacualtipan y Hueyacocotla entre ellos.
Gracias a un estudio de Pablo Escalante, se sabe que los frailes agustinos cometieron al llegar en 1537 el error de construir su gran iglesia y conjunto monástico en la vega del río Venados, al pie del cerro de Metztitlan; escasos dos o tres años después, en 1539, una gran inundación, no la primera ni la última en esa vega del río, sumergió y luego enterró bajo el lodo esta edificación hasta cerca de la mitad de su altura. Ahora la incomprensible parte superior de una iglesia de gran tamaño tiene su propio atrio, árboles a su nivel, y se llama San Pedro Tlatemalco. Tal vez está representada junto al río, en un extraño montículo truncado por un semi-círculo, que a su vez podría ser la luna de Metz-ti-tlan.
Como escribe el historiador Pablo Escalante, uno de los asentamientos importantes de la cabecera del señorío prehispánico de Metztitlan era Tepatetipa, sede de otra edificación agustina. Se caracterizaba, escribió el cronista de la orden Juan de Grijalva, por contener la escultura de una luna y por situarse en el cerro más alto del área. En esta pintura tan sin referentes indígenas, un cerro más alto que los otros cerca de Metztitlan, en su lado oriente, presenta en su costado una lunita creciente negra, y unos dibujos que parecen ser de una cabeza con algo sobre ella: ¿un tocado, un glifo?
Bibliografía
Escalante, Pablo, “La iglesia sumergida. Hallazgos y nuevas ideas sobre las primeras edificaciones agustinas en la zona de Metztitlan”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. XVI, núm. 65, otoño de 1994: 47-76.